La Otra Verdad News

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05 julio 2005

La justicia argentina protege al terrorismo internacional.

En una acción revolucionaria, el juez federal Claudio Bonadío denegó a las autoridades chilenas la extradición del terrorista chileno Sergio Galvarino Apablaza.

El hecho se suma a la liberación del guerrillero de ETA "Josu" Lariz Iriondo, pocos meses atrás, gracias a la presión de organismos de "derechos humanos". Se sospecha de la intervención del gobierno de Kirchner a favor de los guerrilleros en ambos casos.

El juez del 11° Juzgado Federal de Buenos Aires, Claudio Bonadío, decidió rechazar la petición de extradición del frentista Sergio Galvarino Apablaza, solicitada por la justicia chilena.

Tal decisión vuelve a sembrar dudas al respecto de que el sistema democrático argentino protege a terroristas internacionales : anteriormente había sido liberado el terrorista de ETA "Josu" Lariz Iriondo, cuya extradición había sido pedida por el gobierno español, y que oportunamente presentó las debidas pruebas investigativas que relacionaban a Lariz Iriondo con un ataque con bomba en el que fallecieron tres guardias civiles.

En el caso del chileno, denominado "Comandante Salvador" ha sido señalado por investigaciones como responsable del asesinato del Senador Jaime Guzmán y del secuestro del empresario Cristián Edwards, cometidos en 1991.

En su resolución, Bonadío argumentó increíblemente que en el pedido de extradición no está acreditada la participación de Apablaza en los hechos que se le imputan y que el ministro en visita por la muerte de Jaime Guzmán, Hugo Dolmestch incurrió en una suerte de prejuzgamiento al encausarlo sin respetar el derecho a la legítima defensa.

La decisión fue dada a conocer tras una larga y tediosa lectura, cercana a las 3 horas, de todos los cargos que se le imputan al frentista.

Una vez que se firme la resolución de primera instancia del juez Bonadío, Sergio Apablaza será dejado en libertad y permanecerá en Argentina con orden de arraigo hasta que se resuelva definitivamente su situación legal.

Su defensa señaló en reiteradas ocasiones la inocencia de Apablaza y sostuvo que su cliente era un perseguido político y que Chile no ofrece las garantías para un debido proceso en su contra, una afirmación por lo demás inexacta, dada la solidez del proceso democrático chileno, del que en más de un caso puede decirse que funciona más aceitadamente que el argentino.

Cabe destacar que el juez Bonadío debe lidiar desde hace tiempo con amenazas permanentes de juicio político desde el Congreso de Argentina. Ciertos sectores políticos han opinado que el gobierno de Néstor Kirchner ha solapadamente presionado a Bonadío para que utilizara las justificaciones jurídicas necesarias para proteger a Apablaza; otro tanto habría ocurrido oportunamente con la situación del guerrillero de ETA, "Josu" Lariz Iriondo, también liberado.


El abogado del ex frentista, Adolfo Yanzón -relacionado con grupos de "derechos humanos" que oportunamente apoyaron al etarra Lariz Iriondo- coroborró la puesta en libertad de su cliente manifestando que "el fiscal podrá pedir alguna fianza, pero más allá de eso, sin lugar a dudas, mañana quedará en libertad y empezará su vida legal".

También comentó: "Hemos logrado una victoria que yo no esperaba (fuera) con tanta contundencia" y apuntó que "fue contundente" porque "el doctor Bonadío se animó a hablar, citando incluso material documental aportado por nosotros, sobre la situación política e institucional de Chile en los años que ocurrieron estos hechos".


Fue el 29 de noviembre de 2004 cuando Galvarino Sergio Apablaza Guerra (54 años, 9/9/50) fue reducido por un grupo de policías federales argentinos que durante tres meses habían estado preparando su captura. Se ponía fin, así, a 13 años de fuga, desde que el también conocido como "Comandante Salvador" escapara de Chile tras ser sindicado como responsable de los últimos dos grandes golpes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), del cual era líder.

Chile vivía sus primeros años de transición a la democracia, cuando el grupo terrorista lanzó algunos de sus últimos - y más fuertes- ataques: En abril de 1991, un atentado acabó con la vida del entonces senador y líder de la UDI Jaime Guzmán Errazuriz; y en septiembre del mismo año una célula del FPMR secuestró por más de 140 días al ejecutivo periodístico Cristián Edwards del Río. Apablaza fue sindicado como autor intelectual de ambos hechos y su pista se perdió para siempre… hasta 2004.

Nace "Compay"

Tras ser detenido en 1973, Galvarino Apablaza inició su camino hasta convertirse en el "Comandante Salvador", líder del FPMR desde el cual dirigió diversos golpes terroristas.

Era militante de las Juventudes Comunistas y estudiaba Química en el ex Pedagógico, cuando vino el golpe de 1973. Un año después fue liberado y viajó a Cuba, donde ingresó a la Escuela Militar Camilo Cienfuegos. Ahí se convirtió en "comandante", el puesto más alto en el aparato militar del PC, en la especialidad de artillería. Destacó por sus condiciones físicas, don de mando y carisma. Sus instructores cubanos lo llamaban "Compay", diminutivo de compadre.

Ese liderazgo que demostraba lo llevaría a discrepar del PC chileno, que funcionaba en esos años en el exterior. Y pese a integrar su comité central en 1978, formó un círculo de incondicionales (que integraban Raúl Pellegrín y Juan Gutiérrez Fischmann, el "Chele", casado con una hija de Raúl Castro, hermano de Fidel), con quienes formalizó el Frente, hacia 1982.

Pellegrín era jefe máximo del FPMR cuando sus primeros mandos ingresaron a Chile, en 1983, pero en el fondo éste era sólo un delegado de Apablaza, quien se quedó en la isla.

"Salvador" volvió a Chile recién en 1986, cuando se integró al Trabajo Militar de Masas del PC. Al descubrirse el desembarco de armas en Carrizal Bajo y tras el fallido atentado a Augusto Pinochet volvió a Cuba a guarecerse..

El año 1988 fue la fecha del retorno definitivo. Ese año murió Pellegrín, por lo que Apablaza asumió con propiedad la jefatura del FPMR-Autónomo, la facción más radical del frentismo, separada un año antes del PC. Sus principales aliados eran el "Chele" y Mauricio Hernández Norambuena, el "comandante Ramiro". A ellos se sumaría luego Raúl Escobar Poblete, conocido como "Emilio".

Este grupo fue el gestor del atentado contra el senador Guzmán, y del secuestro de Edwards, ambos en 1991.

Tras aquellos golpes, el FPMR volvió a hacer noticia cuando en 1996 cuatro de sus frentistas protagonizaron un cinematográfico escape de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) a bordo de un helicóptero. Desde entonces, comenzó para el grupo una etapa de reflexión interna para determinar si el grupo se mantendría como opción armada o se optaría por una inserción política, como proponía Apablaza, quien quería darle un enfoque destinado a la creación del Partido Rodriguista.

Hernández Norambuena, uno de los detenidos tras el asesinato a Guzmán, y que había escapado de la CAS, protagonizó un nuevo secuestro, aunque esta vez en Brasil. El empresario Washington Olivetto cayó en manos del frente, hecho que, se especuló, habría sido ideado por Apablaza. Del mismo hecho participaron miembros de la agrupación política de extrema izquierda H.I.J.O.S.

Hernández fue detenido en Brasil y Apablaza continuaba prófugo, pero se sabía que al interior del grupo armado existía una fuerte división, principalmente porque el "Comandante Salvador" mantenía su idea de reencausar la acción del frente hacia el nivel social, lo que se anteponía a la intención del “Chele” y Hernández, quienes estaban por mantener la vía armada.

Tras ese aparente quiebre, no se tuvo más noticia de Apablaza hasta 2002, cuando se supo de una reunión que tenían pactada en Asunción algunos dirigentes terroristas, entre ellos, líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero que finalmente no se realizó porque Apablaza sufrió un ataque de úlcera.

Ese año, el líder del FPMR decidió marginarse del frente para formar la agrupación Identidad Rodriguista, con la cual incluso llevó a Vasily Carrillo como candidato a alcalde por Lota en las elecciones municipales de 2004.

Del "Comandante Salvador" no se tuvo más noticia hasta noviembre de 2004, cuando fue capturado en Buenos Aires.


En la publicación ilegal "El Rodriguista", de 1992, bajo la chapa de "Comandante Salvador" Apablaza aparece reivindicando el crimen del senador.